jueves, 14 de febrero de 2008

Yo iba...

Yo iba por mi vida orgullosa de saber salir al paso, de no dejarme abatir por la duda, de creer que mis pasos me llevaban a algún lugar. Viajaba por mi camino pensando que no habría nada peor que preguntarme qué pasó con aquella elección que no hice en su momento, pensando que llegaría a viejita sin el peso de un tren perdido. No quería albergar la duda sobre un intento que no hice, un esfuerzo que no realicé por miedo al presente, a las difíciles cuestiones que rodean mi presente. Todo el camino es serpenteante para mí. No suelo elejir bien por lo que se ve. Pues bien. Hoy me siento cobarde. Cobarde y cómoda. Y no tengo ganas de cambiar esta comodidad a corto plazo. Es mi mejor baza ahora mismo: mi escondite está bien resguardado y aún aguantará un par de tempestades. Por ahora no voy a salir al paso, me voy a quedar resguardadita y segura. He hecho grandes esfuerzos y he llegado a ningún lugar. Y puesto que no he logrado nada al esforzarme pienso que no era el momento para apurar energías. Eso he aprendido: no era el momento. Sin embargo, sé que el camino es raro y curioso. Puede sorprenderme y despistarme, lo mismo que puede deprimirme y espantarme. Sé que cuando salga de mi escondrijo podré retomar mis pasitos. No dejarán los trenes de pasar mientras me esconda, pero tampoco se acabarán cuando yo me asome. Sé que siempre habrá trenes a los que saltar y montarme en ellos sin que paren en mi estación.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Tú dale ideas a Maleni...

Anónimo dijo...

En este post no creo que venga Catálogo Electrónico a hacer una de las suyas.

malatesta dijo...

Bueno, tú te habrás escondido, pero ahora es cuando te me has revelado, ¡granujilla!.
Bienhallada, ¡y a darle duro a esas prácticas!.