lunes, 30 de abril de 2007

CHARLA

Transparente.

Sincera.

A bocajarro.

No, al final va a resultar que no he cambiado tanto.

Este pellizco se llama congoja y es sinónimo de vulnerabilidad. Ya estamos como siempre. Miedo. Me ha venido bien la charla. Ni somos santos ni diablos. Por ahora estamos en medio. Pero me estoy ahogando. Y yo solita me tengo que hacer el boca a boca. Me estoy dejando morir. Puedo soportar la soledad lejos de aqui, pero que hago aqui. Me ha venido bien hablar con tanta libertad, y casi podria decir que entiendo cada uno de los conceptos que hemos tratado, porque somos demasido similares al parecer.

domingo, 29 de abril de 2007

Divagaciones

Estoy con la mirada perdida ante el finito incierto de mi vida y muerta de miedo. Qué fácil es llorar ahora. Se me pasa el tiempo tan lentamente, se agarra a las manecillas del reloj y lo retrasa una y otra vez. Y sin embargo, al mirar atrás todo me parece lejano, casi como si perteneciera a otra vida, otro universo paralelo. Qué hacer con los días. Cuántos errores puedo reparar o cuántas ruinas puedo calcinar. Cuánto más me arrepentire de todo o de nada y de tener o no agallas. Tengo miedo. Miedo a perder el tiempo, miedo a emplearlo. Soy un barquito de papel en el retrete. Por favor, que nadie tire de la cisterna.

sábado, 28 de abril de 2007

palabras inéditas

Esto siempre ha sido una lucha, un "a ver quién llega más lejos, quién es más bueno, quién es el mejor de los dos". No hay cuartel para mí, ni para ti. Aunque probablemente tú no tengas ni idea de que esto siempre ha sido una lucha para mí. Tal vez lo intuías, o tal vez lo notaste alguna vez, pero creo que lo obviaste, que no quisiste aceptarlo. Y así nos fue. Supongo. A estas alturas no tengo mucho más que decirte que todo lo que se me pasa por la cabeza. Son demasiadas cosas que decir a estas alturas y sin embargo siempre estoy alerta por si te encuentro, por si la vida me diera la oportunidad de explicarte o contarte o decirte. Esto es un bache. Y por eso me paro tanto a pensar en cosas que no tienen arreglo ni porqué arreglarse. No me arrepiento de lo hecho, pero sí del modus operandi. Lo siento. Aunque esta frase a tí jamás te sirvió de nada. Siempre que te dije LO SIENTO me quedé con la impresión de hablar con la pared, de que de nada servían mis disculpas contigo. Te sentí como mi verdugo. Y tal vez lo fuiste. O tal vez no, y esa fue mi excusa. No soy fuerte. Pero no me resigno a no serlo. Y eso me está quemando. Siempre me quemó. Y a estas alturas no sé que puedes interpretar si te digo que desde que dejamos de hablar hace dos o tres años (para mí que hace una eternidad, para mí, que no tengo conciencia de tiempo), hasta hace un puñado de días, tal vez dos meses, no me vino a la cabeza el primer recuerdo cariñoso de tí. El primero desde que te dejé. El primero en el que sólo sentí cosas positivas, sin más, sin el típico halo de negatividad que hasta entonces he tenido. Y en ese momento descubro todo el rencor que te guardo. No puedo vivir con esa carga. Y tampoco puedo quitarmela. No sé como se supera esto. Supongo que de a poco (como escuché por ahí). Y es hermoso para mí pensar que desde que te dejé las cosas te van mucho mejor. Y que te van mucho mejor sin mí, que si hoy siguieramos juntos no te sonreiría la vida de esa manera tan buena. Me gusta pensar que yo era tu marfario, tu mal amuleto. Eso me hace sentir libre. Aprendí muchas cosas. He madurado otras. Hoy no somos los mismos. O al menos yo siento que somos dos desconocidos que se guardan mucho rencor, aunque no sean conscientes, o no quieran serlo. Esto es sólo un agujero del que saldré. Pero mientras tanto sólo le doy vueltas a todo y tú, tal vez, seas el cabo suelto que más me pesa. Porque tú, tal vez, seas la persona a la que más daño he podido hacer y al que más siento haber dañado. Aunque a estas alturas para tí sean palabras vacías.

lunes, 9 de abril de 2007

Al mismo lugar

Porqué será que siempre regreso al mismo lugar, pase el tiempo que pase, y siempre ante una sensación de querer desconectar. Vuelvo porque no tengo que interpretar ningún papel, porque puedo ser yo misma, porque tal como soy estoy a gusto y nada más es más que nada. No necesito exhibir mis plumas como un pavo real, ni necesito que me digan o esforzarme para oír. Esto es lo que hay, ni más ni menos. Y hago cosas que no he hecho en mucho tiempo porque no me he sentido cómoda haciéndolas, y hoy, precisamente hoy no es que me sienta cómoda o incómoda, es que simplemente no me he parado a pensarlo, y por eso me siento bien. No creo que mis palabras se entiendan. Ni siquiera hay una pincelada que implique algo de realidad, en la cual ampararse para poder averiguar de qué hablo. Pero si alguien se dedica a abstraerse quizás pueda aplicar alguna de mis palabras a su propio estado y entonces, sólo entonces, este borbotón silábico tenga algo de sentido. Mientras tanto, y por el simple placer de escribir, seguiré o no con este soliloquio.

viernes, 6 de abril de 2007

De regreso

Vuelvo al devaneo de mis pensamientos. Repliegues de mi silencio entre las volutas del humo de un cigarro. Redobles de mis propias miradas que me dejan pasear por el mundo y el universo. Vuelvo sobre mis pasos a la soledad. No encuentro otro camino que mi ventana a este mundo. Aquí estoy mirándome de frente a mi misma, de cara a mi realidad. Y analizo todo lo que siento buscando los porqués de todas las incoherencias de mis sentimientos. Aquí estoy, sintiendo que no quiero que nadie sepa más de lo que sé yo de mí, y a la vez sintiendo que esta ventana es clara como un cuaderno de cuadros de colegial: encabezado 4 cuadritos, entre líneas 2 cuadritos, margen exterior 2 cuadritos, margen inferior 4 cuadritos… por favor, nada de bolígrafo rojo. No tienen orden ni concierto mis palabras, así como sin orden ni concierto van mis ideas. Cuán peligroso es el cerebro. No tiene razón de ser este continuo y constante pellizco en el estómago, ni esta obsesión por que los días pasen sin ser vividos. Siento que esta es la crónica de un derrumbamiento anunciado, y que quisiera esfumar todos los “…ECHO DE MENOS…” que se me pasan por el pensamiento.