miércoles, 28 de noviembre de 2007

CABREADA...!!!

Estoy en plena estampida.

No sé hacia dónde correr, que obstáculo saltar ni qué camino tomar.

No sé si mi carrera es una maratón, los 100 metros lisos o una de vallas… ni siquiera sé si en algún punto alguien me espera para tomar el testigo y relevarme.

¿¿¿Se puede saber qué le pasa a la vida.??? ¿¿¿No es ya bastante difícil, bastante complicada??? No tengo bastante con el calentamiento global, la situación laboral o la subida de los cereales, no. Aún tiene que ser complicarse más, no sea que me vaya a aburrir un día de estos.

¿¿¿Se puede saber qué le pasa al mundo??? ¿¿¿Cómo demonios sigue girando tan campante, a sus anchas cuando yo me siento trabada en el suelo, anclada en el barro, inamovible??? Si ahora mismo la Tierra se parara en seco, con la velocidad angular que llevamos y gracias a que a Newton se le ocurrió pensar sobre la tendencia de los cuerpos a mantener su estado de movimiento (léase la LEY DE LA INERCIA), sabría a ciencia cierta y sin dudas que saldría catapultada del planeta sin más miramientos ni complicaciones. Se acabó. Qué preocupación más ilusa sería cualquier cosa que no fuera pensar de qué voy a vivir en el espacio exterior.

Y precisamente por esa inercia todo lo que lleva un camino trata de seguirlo… y aparentemente así iba yo.

Siguiendo mi camino pasito a pasito.

Iba pasito a pasito.

Segura de cada pasito.

Pues nada, a estudiar la cantidad de movimiento se ha dicho, porque acabo de colisionar con un cuerpo que no estaba planteado en el principio del enunciado.

SEGUNDO PASO (Y ACEPTANDO)

A veces el coco juega malas pasadas.

Recuerdo sólo una parte de un todo y esa visión trastorna la realidad. Mi realidad.

Ahora sé que no tengo que dejarme llevar por el pasado, sobretodo cuando éste aparece incompleto.

Recordar es bueno para no caer en los que creí fueron mis errores, pero sin dejar de recordar todo lo bueno así como todo lo malo.

Cuando digo que me quedo con lo positivo de algo debe ser, no por olvidar lo negativo, sino porque libero el sentimiento de dolor que encierra lo negativo. Me deshago de la negatividad.

No es que me olvido y punto, no se trata de tropezar con la misma piedra. Se trata de dar una oportunidad al presente para tomar un camino un poco más acorde con mi felicidad. Se trata de elegir siendo conocedora y consciente de las elecciones con las que lo pasé mal.

Y aquí, servidora, no es masoquista.

En ese aspecto, en el de liberar el dolor, entra en juego el perdón y el auto-perdón. Entra la aceptación y el deseo de quererme un poco más empezando por darme la oportunidad de encontrarme en la situación de meter la pata o no, de decidir por mí misma si vuelvo o no a esa situación que me reportará buenos y malos momentos, y en definitiva recuerdos.

Lo que no te mata te hace mas fuerte (o engorda) y de todo, absolutamente todo se aprende algo.

El primer paso es aceptarlo, el segundo tratar de liberar ese odio, ese rencor.

En el segundo paso estoy.

En mi camino sigo.

martes, 27 de noviembre de 2007

ACEPTACIÓN

La verdad me agarrota.

No tengo ganas de gritar qué ocurre en mi mente.

Ni siquiera me atrevo a contárselo al espejo.

Para qué rememorar, para qué hablar de lo imposible.

Pero mi pensamiento es traicionero y no puedo controlarlo.

Y tratando de aferrarme a la realidad a veces consigo pensar en otras cosas.

Así puedo vivir mejor.

Empiezo a aceptar que aún no lo superé.

Se dice que el primer paso es aceptar. He aquí mi camino, el que yo elegí.

sábado, 24 de noviembre de 2007

NOCTURNA

Soy un ángel caído a la espera de un futuro incierto.

Condenado a vagar entre mortales, en las noches mis alas se materializan.

Oteando desde las farolas, posada en los edificios miro y observo a la espera de ti.

Te busco, sin saber porqué, pero esa es mi condena. Buscarte.

No tengo conciencia de otros como yo.

En mi vagar no he encontrado hermanos caídos que aniden en su soledad en las noches. No he visto alas rotas por mi camino ni tampoco vestigios de antiguas pistas que dieran lugar a ese encuentro con mis hermanos de duelo.

Tal vez estoy sola en mi mundo.

Te busco. Y sé que estás. Pero no puedo aparecer en tu vida, debo esperar a que cruces tu senda conmigo. Esperar a verte para tratar de que alces la mirada en la noche y me encuentres.

Sin la luz del sol los sentimientos se elevan hasta la superficie de nuestro ser y te nombro con mi pensamiento, te grito en mi soledad. Siempre te he llamado y alguna vez he creído oír tu respuesta, como un eco lejano, pero latente en mí.

Trato de pasar los días como una más y las noches en vigilia. Sólo me quedan pocas horas para dormir, horas escasas antes de despuntar el alba.

Siento que estás, sé que me has contestado, pero la espera y la atención nocturna empiezan a desesperarme. Hacen mella en mí.

Por eso esta es mi condena: buscarte sin esperanza de que un día vuelvas a mí.

Y, mientras, vago por las azoteas y los tejados, vuelo raso por las calles, descanso en los alfeizares y las farolas, por si cruzaras tu senda conmigo.

Pero no tardes más amor. Esta condena pesa y me queda toda la eternidad para soportar esta carga que me descorazona.

martes, 20 de noviembre de 2007

TRATANDO DE PENSAR???

Rompí el cd de tus fotos. Borré la carpeta de tus mails y me aseguré de vaciar la papelera. Sorprendí mis ojos furtivos tratando de encontrarte en las esquinas en las que no estarás. Cuando menos lo esperé apareciste en mis sueños y destartalaste mi mundo sin ser consciente de ello y yo sin saber porqué. Porqué te trajo mi inconsciencia a mi cabeza y porqué al despertar recordé mi sueño. Quise borrar la historia, todas las historias. Quisé vivir antes o después pero fuera de tu alcance, quise no haberte conocido. Agua que no has de beber déjala correr. Y a pesar de todo cerré el grifo. Traté de ignorarte. Que nadie supiera de mi pánico a dormir por temor a soñarte. Pero tu recuerdo se refugia aún en mí. Lo combato cuando irrumpes en mi vida sin saber porqué. Sin entender porqué mi pensamiento te trae a estas alturas de la película. A estas alturas. A estas alturas. Aprendiendo el camino ya sé que no puedo huir de mí. Aprendiendo el camino ya sé que debo enfrentarme a mis fantasmas, a mis lastres. Y la mejor manera es volviendo a traerme a la realidad, dejándome de fantasias. Poniendo los pies en el suelo y atendiendo a la vida misma que te trae desnudo e imperfecto a mis ojos. Así, con tus últimos correos sé que ya no somos los que fuimos. Sé que ya hemos aprendido que ambos nos herimos. Con tus últimos correos aprendo que no eres quien yo imaginé. Ni yo soy la que tú creiste ver.

lunes, 19 de noviembre de 2007

UNA CHARLITA...?

Supongo que hoy me hace falta hablar. Exactamente no quiero hablar de mis temores. Concretamente no quiero desvelar mis secretos, que al ser mis debilidades son también mis fortalezas. No sé, ingenua de mí, como se sale de un atolladero cuando no sientes la posibilidad del menor movimiento. Y no puedo quejarme. Tengo suerte, como siempre. Pero siento que me sobra la gente a mi alrededor de vez en cuando, que me pesa la compañía a veces, que no deseo quedarme un rato más aún cuando la compañía es excepcional. Busco mi propio espacio?? O es que me ahogo con el exceso en el cupo de miradas?? A veces creo que en mi soledad me hago fuerte, sintiendo que si no puedo quejarme a nadie tampoco me autocompadezco. Y en el ínfimo momento en que me siento amparada empiezo a descender por la escalerita de mis penas. Quién pretende una compañera así?? No tengo nada que ofrecer. Y tampoco busco ofrecerlo. Pero a pesar de esta convicción, a veces fantaseo. Y es el contacto con la realidad lo que me hace volver a pensar en que solita me las compongo mejor que demasiado acompañada. Será verdad?? O sólo el consuelo que me brindo a mí misma??

domingo, 13 de mayo de 2007

Sin poesía

No estoy para poesía.

Perdón, pero no puedo.

Para la poesía hay que tener el alma preparada para la belleza, y yo, por ahora, no estoy por la labor.

Quizás me sienta demasiado fea o arrugada o demasiado joven como para ir al salón, pero la poesía no me repara y me acelera el corazón.

Taquicardia peligrosa, borbotón de palabras.

Tú nunca lograrás entenderme por ti mismo.

Yo nunca lograré conquistarte por mí misma.

Pero seremos grandes amigos porque nos conocemos demasiado bien.

Y eso sí que me repara.

domingo, 6 de mayo de 2007

Remontando

Mis pasos comienzan a parecer algo más firmes, y poco a poco esta taquicardia perenne se va haciendo llevadera.

Mi sueño se fracciona de manera aceptable. Duermo durante dos o tres horas sin sobresaltos. Descanso, al fin. Ya no me despierto agotada por las pesadillas de la noche que me convierten en zombi durante el día.

Empiezo a atar cabos sueltos y a deshacerme del lastre que me ha pesado más, y, aunque dudo de todo, trato de dejarme llevar por lo que más paz me da.

Entre líneas leo que la vida es cíclica y que las cosas todas tienen un porqué. Mis pasos siempre me llevan a un determinado lugar aunque no sea consciente de ello. A pesar de los pesares, una vez llegado al destino la elección es siempre mía y me esfuerzo en aprender a elegir lo que realmente me hace bien en ese momento y no me pesará después.

No quiero caer en la tentación de pensar que elijo yo cuando en realidad están jugando conmigo. No quiero sentir que da igual que sea yo u otra persona. Al menos por un instante quiero sentir que se trata de mí, aunque nunca más regresen esos pasos a mi vida. Y en base a esa ley me quedo con lo mejor de los momentos que comparto y aprendo a valorar los que vivo a solas conmigo misma.

A ratos me detengo a tomar aire. Me obligo a respirar. Me digo a mi misma PARA, POR FAVOR. A veces funciona y el nudo se afloja. A veces logro concentrarme en mí. Pero cuando nada me sirve dejo la mente en blanco... y el esfuerzo puede tomarme horas. Horas durante las cuales nada más me ocupa que yo misma.

lunes, 30 de abril de 2007

CHARLA

Transparente.

Sincera.

A bocajarro.

No, al final va a resultar que no he cambiado tanto.

Este pellizco se llama congoja y es sinónimo de vulnerabilidad. Ya estamos como siempre. Miedo. Me ha venido bien la charla. Ni somos santos ni diablos. Por ahora estamos en medio. Pero me estoy ahogando. Y yo solita me tengo que hacer el boca a boca. Me estoy dejando morir. Puedo soportar la soledad lejos de aqui, pero que hago aqui. Me ha venido bien hablar con tanta libertad, y casi podria decir que entiendo cada uno de los conceptos que hemos tratado, porque somos demasido similares al parecer.

domingo, 29 de abril de 2007

Divagaciones

Estoy con la mirada perdida ante el finito incierto de mi vida y muerta de miedo. Qué fácil es llorar ahora. Se me pasa el tiempo tan lentamente, se agarra a las manecillas del reloj y lo retrasa una y otra vez. Y sin embargo, al mirar atrás todo me parece lejano, casi como si perteneciera a otra vida, otro universo paralelo. Qué hacer con los días. Cuántos errores puedo reparar o cuántas ruinas puedo calcinar. Cuánto más me arrepentire de todo o de nada y de tener o no agallas. Tengo miedo. Miedo a perder el tiempo, miedo a emplearlo. Soy un barquito de papel en el retrete. Por favor, que nadie tire de la cisterna.

sábado, 28 de abril de 2007

palabras inéditas

Esto siempre ha sido una lucha, un "a ver quién llega más lejos, quién es más bueno, quién es el mejor de los dos". No hay cuartel para mí, ni para ti. Aunque probablemente tú no tengas ni idea de que esto siempre ha sido una lucha para mí. Tal vez lo intuías, o tal vez lo notaste alguna vez, pero creo que lo obviaste, que no quisiste aceptarlo. Y así nos fue. Supongo. A estas alturas no tengo mucho más que decirte que todo lo que se me pasa por la cabeza. Son demasiadas cosas que decir a estas alturas y sin embargo siempre estoy alerta por si te encuentro, por si la vida me diera la oportunidad de explicarte o contarte o decirte. Esto es un bache. Y por eso me paro tanto a pensar en cosas que no tienen arreglo ni porqué arreglarse. No me arrepiento de lo hecho, pero sí del modus operandi. Lo siento. Aunque esta frase a tí jamás te sirvió de nada. Siempre que te dije LO SIENTO me quedé con la impresión de hablar con la pared, de que de nada servían mis disculpas contigo. Te sentí como mi verdugo. Y tal vez lo fuiste. O tal vez no, y esa fue mi excusa. No soy fuerte. Pero no me resigno a no serlo. Y eso me está quemando. Siempre me quemó. Y a estas alturas no sé que puedes interpretar si te digo que desde que dejamos de hablar hace dos o tres años (para mí que hace una eternidad, para mí, que no tengo conciencia de tiempo), hasta hace un puñado de días, tal vez dos meses, no me vino a la cabeza el primer recuerdo cariñoso de tí. El primero desde que te dejé. El primero en el que sólo sentí cosas positivas, sin más, sin el típico halo de negatividad que hasta entonces he tenido. Y en ese momento descubro todo el rencor que te guardo. No puedo vivir con esa carga. Y tampoco puedo quitarmela. No sé como se supera esto. Supongo que de a poco (como escuché por ahí). Y es hermoso para mí pensar que desde que te dejé las cosas te van mucho mejor. Y que te van mucho mejor sin mí, que si hoy siguieramos juntos no te sonreiría la vida de esa manera tan buena. Me gusta pensar que yo era tu marfario, tu mal amuleto. Eso me hace sentir libre. Aprendí muchas cosas. He madurado otras. Hoy no somos los mismos. O al menos yo siento que somos dos desconocidos que se guardan mucho rencor, aunque no sean conscientes, o no quieran serlo. Esto es sólo un agujero del que saldré. Pero mientras tanto sólo le doy vueltas a todo y tú, tal vez, seas el cabo suelto que más me pesa. Porque tú, tal vez, seas la persona a la que más daño he podido hacer y al que más siento haber dañado. Aunque a estas alturas para tí sean palabras vacías.

lunes, 9 de abril de 2007

Al mismo lugar

Porqué será que siempre regreso al mismo lugar, pase el tiempo que pase, y siempre ante una sensación de querer desconectar. Vuelvo porque no tengo que interpretar ningún papel, porque puedo ser yo misma, porque tal como soy estoy a gusto y nada más es más que nada. No necesito exhibir mis plumas como un pavo real, ni necesito que me digan o esforzarme para oír. Esto es lo que hay, ni más ni menos. Y hago cosas que no he hecho en mucho tiempo porque no me he sentido cómoda haciéndolas, y hoy, precisamente hoy no es que me sienta cómoda o incómoda, es que simplemente no me he parado a pensarlo, y por eso me siento bien. No creo que mis palabras se entiendan. Ni siquiera hay una pincelada que implique algo de realidad, en la cual ampararse para poder averiguar de qué hablo. Pero si alguien se dedica a abstraerse quizás pueda aplicar alguna de mis palabras a su propio estado y entonces, sólo entonces, este borbotón silábico tenga algo de sentido. Mientras tanto, y por el simple placer de escribir, seguiré o no con este soliloquio.

viernes, 6 de abril de 2007

De regreso

Vuelvo al devaneo de mis pensamientos. Repliegues de mi silencio entre las volutas del humo de un cigarro. Redobles de mis propias miradas que me dejan pasear por el mundo y el universo. Vuelvo sobre mis pasos a la soledad. No encuentro otro camino que mi ventana a este mundo. Aquí estoy mirándome de frente a mi misma, de cara a mi realidad. Y analizo todo lo que siento buscando los porqués de todas las incoherencias de mis sentimientos. Aquí estoy, sintiendo que no quiero que nadie sepa más de lo que sé yo de mí, y a la vez sintiendo que esta ventana es clara como un cuaderno de cuadros de colegial: encabezado 4 cuadritos, entre líneas 2 cuadritos, margen exterior 2 cuadritos, margen inferior 4 cuadritos… por favor, nada de bolígrafo rojo. No tienen orden ni concierto mis palabras, así como sin orden ni concierto van mis ideas. Cuán peligroso es el cerebro. No tiene razón de ser este continuo y constante pellizco en el estómago, ni esta obsesión por que los días pasen sin ser vividos. Siento que esta es la crónica de un derrumbamiento anunciado, y que quisiera esfumar todos los “…ECHO DE MENOS…” que se me pasan por el pensamiento.